Con la publicación de este último número, Piedra y cielo, revista de poesía, arte y pensamiento cierra un hermoso proyecto que ha durado tres años y que ha ocupado un espacio necesario en el panorama crítico de la cultura desde las islas.
Destacamos en esta entrada las palabras del texto de despedida que abre la revista, firmadas por Francisco León, miembro del comité de redacción, porque resumen los presupuestos de partida y la razón del final de esta excelente publicación:
"Jorge Luis Borges afirmaba, y con toda razón, que las revistas de poesía surgen del ímpetu de unos jóvenes que aman u odian algo. Piedra y Cielo, en cuyo ánimo no había sitio para la rebusca del odio, ha demostrado en este tiempo, una y otra vez, su amor por la poesía. Por la poesía sobre todas las cosas. Ha amado con la cordialidad que su imaginación le ha permitido, y estamos seguros que tal dilección ha sido la linfa de su pervivencia en un espacio social que, pese a las potencias de las telecomunicaciones globales que lo definen, no termina de concretar un verdadero lugar de convergencia y diálogo para la poesía. Porque la poesía es un modo de pensar no en términos globales, como parece afirmar a cada paso el signo de los tiempos, sino corales. La poesía es y precisa el diálogo activo, la presencia de la voz hablando al ser. ¿Qué será de ella en un océano de información abismal en el que, como ya se ha dicho, el diálogo humano, el reino de la voz en el ser, tiende a transmutarse en un simulacro de gran conversación permanente y lamentablemente desustanciadora? (...).
Pero llega un tiempo en que han de ser las nuevas generaciones, los jóvenes escritores de las promociones actuales, donde quiera que estén, quienes definan y ordenen su propio espacio de germinación, el espacio en el que desean crecer para trascenderse a sí mismos. "
No hay comentarios:
Publicar un comentario