martes, 18 de noviembre de 2014

Nuno Júdice: «la poesía es una condensación o una iluminación»

El poeta portugués Nuno Júdice (Mexilhoeira Grande, Algarve, Portugal, 1949) recibió el 30 de octubre el Premio Poetas del Mundo Latino "Víctor Sandoval", compartido con el mexicano Francisco Hernández, galardón otorgado por el Seminario de Cultura Mexicana y EL Instituto Cultural de Aguascalientes, en el marco del XVI Encuentro de Poetas del Mundo Latino celebrado en Aguascalientes (México).

Nuno Júdice, recibiendo el Premio
Júdice es, además de poeta, crítico literario y traductor. Es profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Lisboa y dirige la Casa de Poesía de Fernando Pessoa. Al recibir el Premio declaró que la poesía en lengua portuguesa le debe mucho a Octavio Paz, tanto por sus ensayos sobre Fernando Pessoa —que influyeron notablemente en la consagración del autor del Libro del desasosiego— como por sus traducciones de poetas portugueses.

En entrevista concedida al Luis Carlos Sánchez, el poeta portugués manifestó que su pasión por la poesía le debe mucho a la radio y a la voz. En la radio podía escuchar poemas recitados por actores, y esta experiencia, que originó en él el deseo de escribir poemas, fue fundamental en su concepción de la poesía y en la importancia que concede a la música como elemento esencial de la creación poética: «para mí la poesía debe tener algo de música.»

Cubierta del libro Obra poética
En otro momento de la entrevista, Nuno Júdice afirmó que la poesía «es una condensación o una iluminación», y más adelante que «escribir poesía es siempre una búsqueda de ese ideal que es el concepto abstracto de poesía».

La valoración de la musicalidad del poema y la concepción de la labor creativa como búsqueda de iluminación hacen confluir la poesía de Nuno Júdice con una línea muy importante de la poesía moderna europea, una línea que va de Rimbaud y Mallarmé a Bonnefoy y Zagajeswki (para quien la poesía «es búsqueda de resplandor»).

Como traductor, Júdice se ha enfrentado con la labor de traducir a Molière, a Pablo Neruda o a Emily Dickinson, entre otros. Preguntado sobre este particular, el portugués explicó que «la poesía capta la música de una lengua y cuando la pasamos a otra lengua esa música ya es diferente, la lengua tiene su música específica. Si es posible mantener el ritmo, intento hacerlo, pero normalmente no es así; lo que es importante es que leyendo ese poema podamos sentir la respiración rítmica en nuestra lengua.»

Ofrecemos aquí la traducción de un poema de su libro Las reglas de la perspectiva representativo de su reflexion metapoética, una de las constantes de su trabajo como homenaje a su trayectoria:
Poema 
¿Podrá el sol renacer, a la mañana,
sin su esplendor –y, opaco, corromper
el cielo que lo acoge? 
¿Sabrán las hojas, en la primavera,
soltar el verde húmedo de vida,
y, pálidas, colgar de los ramajes secos? 
¿Conservará la amada del amado
la antigua imagen, sufrirá la ausencia
en los brazos que el tiempo debilita? 
Contradicciones que resuelve el poema: 
un canto breve como la madrugada
venciendo el paso del invierno
a los labios devuelve el soplo amante.

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